La auditoría entendida como un servicio personalizado al cliente permite generar un valor añadido para la empresa, expresado en términos de intercambio de puntos de vista, recomendaciones sobre importantes aspectos de su actividad, de su control interno y de su organización.
Los estados financieros auditados ofrecen, por tanto:
- Información veraz al accionista/socio
- Seguridad al Órgano de Administración
- Transparencia ante terceros
Para que una compañía tenga la obligatoriedad de auditar sus cuentas anuales deberá cumplir al menos dos de estos tres requisitos durante dos años consecutivos:
- El importe total de las partida de su activo deberá ser superior a 2.850.000 euros
- El importe neto de su cifra anual de negocios deberá superar los 5.700.000 euros
- El número medio de empleados durante el ejercicio sea superior a 50
Con el objetivo de auditar los estados financieros, disponemos de una metodología eficaz, basada en la aplicación de procedimientos de auditoría conforme a la normativa vigente, y aplicamos las innovaciones tecnológicas que ayuden a determinar de manera objetiva el grado de profundidad de las pruebas y la verificación de los registros contables.
La metodología y los procedimientos que aplicamos en los procesos de auditoría, se pueden dividir en varias fases:
- Conocimiento de la empresa y del sector en el que opera nuestro cliente para familiarizarnos con su filosofía y características específicas.
- Descripción y valoración del sistema de control interno establecido por la empresa auditada, previendo riesgos potenciales que pudieran existir en la protección de activos, así como la capacidad de la organización para facilitar información correcta y fiable. De la misma forma, esta evaluación del control interno nos permitirá determinar el alcance de las pruebas a realizar y seleccionar los procedimientos más adecuados a aplicar.
- Revisión analítica de los estados financieros auditados y examen de los mismos, conforme a las normas y procedimientos generalmente aceptados.